Mahatma Gandhi (1869-1948), líder nacionalista indio que llevó a su país a lograr la independencia mediante una revolución pacífica.
La figura de Mohandas Karamchand Gandhi, conocido entre sus compatriotas indios como Mahatma (en sánscrito, 'alma grande'), es un inconfundible símbolo del pacifismo mundial, agigantado tras su asesinato cometido el 30 de enero de 1948.
Gandhi nació en Porbandar (actual estado de Gujarāt) el 2 de octubre de 1869 y estudió derecho en el University College de Londres. En 1891 regresó a la India e intentó ejercer como abogado en Bombay con escaso éxito. Dos años más tarde, una firma india con intereses en Sudáfrica le envió como asesor legal a sus oficinas de Durban. Al llegar a esta ciudad Gandhi se encontró con que era tratado como miembro de una raza inferior. Se quedó horrorizado por la negación generalizada de las libertades civiles y de los derechos políticos de los inmigrantes indios en Sudáfrica y pronto se involucró en la lucha por la defensa de los derechos fundamentales de sus compatriotas.
RESISTENCIA PASIVA
Gandhi permaneció en Sudáfrica 20 años y estuvo en prisión en numerosas ocasiones. En 1896, tras ser atacado y apaleado por sudafricanos blancos, comenzó a propagar la política de resistencia pasiva y de no cooperación con las autoridades sudafricanas. Parte de la inspiración de esta política se encuentra en Liev Tolstói (cuya influencia en Gandhi fue profunda). También reconoció la deuda que tenía con el escritor estadounidense Henry David Thoreau, especialmente por su ensayo Desobediencia civil (1849). Gandhi, no obstante, consideró los términos ‘resistencia pasiva’ y ‘desobediencia civil’ inadecuados para sus objetivos y acuñó otro término, satyagraha (en sánscrito, ‘abrazo de la verdad’). Durante la Guerra Bóer, Gandhi organizó un cuerpo de ambulancias para el Ejército británico y dirigió una sección de la Cruz Roja. Acabada la guerra, retomó su campaña en favor de los derechos de los indios residentes en Sudáfrica. En 1910 fundó la Granja Tolstói, cerca de Durban, una colonia cooperativa para la población india. En 1914 el gobierno sudafricano hizo importantes concesiones a las demandas de Gandhi, incluido el reconocimiento de los matrimonios y la exención de impuestos municipales. Dando por finalizada su misión en Sudáfrica, regresó a la India.
CAMPAÑA PARA LA INDEPENDENCIA
Gandhi se convirtió pronto en el máximo exponente de la lucha por el autogobierno de la India. Tras la I Guerra Mundial, en la que desempeñó un destacado papel humanitario, inició su movimiento de resistencia pasiva, invocando la satyagraha contra Gran Bretaña. Cuando el Parlamento aprobó en 1919 las leyes Rowlatt, que daban a las autoridades coloniales británicas poderes de emergencia para hacer frente a las denominadas actividades subversivas, el movimiento satyagraha se extendió por toda la India, ganando millones de adeptos. Una manifestación en Amritsar contra la aplicación de esta legislación acabó en una matanza cometida por los soldados británicos. En 1920, al no lograr del gobierno británico reforma alguna, Gandhi proclamó una campaña organizada de no cooperación. Los indios que ocupaban cargos públicos dimitieron, los organismos gubernamentales y los tribunales de justicia fueron boicoteados y los niños abandonaron las escuelas públicas. Por toda la India las calles de las ciudades fueron bloqueadas mediante sentadas de ciudadanos que se negaban a levantarse incluso a pesar de ser golpeados por la policía. Gandhi fue arrestado pero las autoridades británicas se vieron forzadas a dejarle pronto en libertad.
La independencia económica de la India fue el punto culminante del movimiento swaraj (en sánscrito, ‘autogobierno’) de Gandhi, que implicaba un boicoteo completo a los productos británicos. Los aspectos económicos del movimiento eran significativos, puesto que la explotación de los campesinos indios por los industriales británicos había originado una extrema pobreza y la virtual destrucción de la industria de la India. Gandhi propuso como solución a esta situación potenciar el renacimiento de las industrias artesanales. Comenzó a usar una rueca como símbolo de la vuelta a la sencilla vida campesina que predicaba y del renacimiento de las industrias autóctonas, tales como el hilado manual.
Gandhi se convirtió en símbolo internacional de una India libre. Llevaba la vida espiritual y ascética de un predicador, con ayuno y meditación. La unión con su esposa llegó a ser, como él mismo señaló, la de un hermano y una hermana. Rehusó cualquier posesión terrenal, vestía como las clases más bajas (con un mantón y un taparrabos) y comía vegetales, zumos de fruta y leche de cabra. Los indios le veneraban como a un santo y le comenzaron a llamar Mahatma (en sánscrito, ‘alma grande’), título reservado para los más grandes sabios. La defensa que hizo Gandhi de la no violencia o ahimsa (en sánscrito, ‘sin daño’) era, como sostuvo, la expresión de una forma de vida implícita en el hinduismo. Gandhi consideraba que mediante la práctica de la no violencia Gran Bretaña llegaría a considerar la inutilidad de la opresión y abandonaría su país.
La influencia política y espiritual del Mahatma era tan grande en la India que las autoridades británicas no se arriesgaron a atacarle. En 1921 el Congreso Nacional Indio (o Partido del Congreso), grupo que encabezó el movimiento independentista, otorgó a Gandhi autoridad ejecutiva plena, incluido el derecho a designar su propio sucesor. La población india, no obstante, no entendió plenamente la doctrina de la ahimsa. Estallaron una serie de revueltas armadas contra Gran Bretaña, y culminaron en tal violencia que Gandhi confesó el fracaso de su campaña de desobediencia civil, a la que puso fin. El gobierno británico le detuvo de nuevo y le encarceló en 1922.
Tras su puesta en libertad en 1924, se retiró de la vida política activa y se dedicó a propagar la unidad comunal. Sin embargo, pronto se vio envuelto de nuevo en la lucha por la independencia. En 1930 Gandhi proclamó una nueva campaña de desobediencia civil, convocando a la población a negar el pago de impuestos, en particular el que gravaba la sal, sobre la que el gobierno británico ejercía un severo monopolio. Se llevó a cabo una marcha hasta el mar, en la que miles de indios siguieron a Gandhi desde Ahmadābād hasta el mar Arábigo, donde obtuvieron sal evaporando agua del mar. Una vez más, Gandhi fue arrestado y puesto en libertad en 1931. Detuvo la campaña después de que los británicos hiciesen alguna concesión a sus peticiones. Ese mismo año representó al Congreso Nacional Indio en una reunión celebrada en Londres.
ATAQUE AL SISTEMA DE CASTAS
En 1932 Gandhi inició una nueva campaña de desobediencia civil contra las autoridades británicas. Arrestado dos veces, Mahatma ayunó durante largos periodos en diversas ocasiones. En septiembre de 1932, mientras estaba en la cárcel, llevó a cabo un “ayuno hasta la muerte” para mejorar la situación de la casta de los intocables. Los británicos, al permitir que los intocables fueran excluidos del electorado indio, estaban, según Gandhi, cometiendo una injusticia. Aunque él mismo era miembro de la casta vaisya (mercaderes), Gandhi se consideraba el gran líder del movimiento indio que tenía como finalidad la erradicación de la injusticia social y económica del sistema de castas.
En 1934 abandonó formalmente la política y fue sustituido como dirigente máximo del Congreso Nacional Indio por Jawaharlal Nehru. Gandhi viajó por toda la India predicando la ahimsa y predicando la defensa de la casta de los intocables. La estima en que se le tenía era la medida de su poder político. Tan grande era su autoridad moral y espiritual que el limitado autogobierno concedido por Gran Bretaña a la India a través de la promulgación de la Government of India Act (1935) no pudo ser puesto en práctica hasta que Gandhi lo aprobó. Pocos años después, en 1939, regresó de nuevo a la vida política debido a que aún estaba pendiente la federación de los principados indios con el resto de la India. Su primer acto fue una huelga de hambre con objeto de forzar al dirigente del estado de Rājkot a modificar su régimen autocrático. La conmoción pública que originó este ayuno fue tan grande que tuvo que intervenir el gobierno colonial británico; se concedieron las demandas. El Mahatma se convirtió de nuevo en la más importante figura política de la India.
INDEPENDENCIA
Cuando estalló la II Guerra Mundial, el Congreso Nacional Indio y Gandhi exigieron una declaración de intenciones respecto del conflicto y sus implicaciones respecto de la India. Como reacción a la insatisfactoria respuesta británica, el partido decidió no apoyar a Gran Bretaña a menos que se concediera a la India una completa y total independencia. Las autoridades británicas se negaron a ello y ofrecieron una serie de compromisos que a su vez fueron rechazados. Cuando Japón entró en guerra, Gandhi todavía rechazaba la participación de la India en el conflicto. Fue recluido en 1942 y liberado dos años más tarde por motivos de salud.
En 1944 la lucha por la independencia de la India estaba en su última fase. El gobierno británico había aceptado conceder la independencia con la condición de que los dos grupos nacionalistas rivales, la Liga Musulmana y el Congreso Nacional Indio resolvieran sus diferencias. Gandhi se opuso firmemente a la división de la India, aunque al final la aprobó con la esperanza de que se alcanzaría la paz interna una vez que se hubieran concedido las demandas para la creación de un Estado musulmán. India y Pakistán se convirtieron en dos estados independientes una vez que Gran Bretaña concedió su independencia a la India en 1947. Durante las revueltas que siguieron a la división del país, Gandhi suplicó a hindúes y musulmanes que convivieran pacíficamente. Los disturbios afectaron a Calcuta, una de las más grandes ciudades de la India, y el Mahatma ayunó hasta que cesaron. El 13 de enero de 1948 inició otra huelga de hambre en Nueva Delhi para tratar de instaurar la paz. El 30 de enero, doce días después de acabado aquel ayuno, fue asesinado por Vinayak Nathura Godse, un miembro de un grupo extremista hindú, mientras se dirigía a su habitual rezo de la tarde.
La muerte de Gandhi fue considerada como una catástrofe internacional. La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró un periodo de luto y todos los países expresaron sus condolencias. Las enseñanzas de Gandhi inspirarían desde entonces los movimientos pacifistas en todo el mundo, al tiempo que el recuerdo de su personalidad terminó por adoptar proporciones descomunales, siempre como ineludible referente de los sentimientos de lucha no violenta contra las injusticias evidentes.
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